Si alguien se aventura a ir a Sevilla en verano, que se prepare a enfrentarse con "la caló". De entre las mejores armas para combatirla, propongo:
Andar por el trazado árabe del casco urbano (con calles estrechas y sombrías y frescos patios interiores). Los tercios de cerveza Alhambra 1925, los quintos de Cruzcampo o el vino de Jerez servido bien frío, que encontramos en los múltiples bares. El gazpacho, las tapitas frías, la sandía o el melón con jamón bien frescos y, a su hora, una buena siesta.
1 comentario:
Calor en estas fechas hace en todas partes. Y a mí, Sevilla me gusta de todas formas. Un año me fuí pal Carmen y no veas lo que caía. La gente empezaba a vivir a partir de las 9 de la noche , eso sí, con cervezita fresca jeje...un abrazo hermano
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