19 diciembre 2006

Por el Valle de Ricote


Muy alto, incalculable, es el valor de un precioso enclave que durante miles de años las aguas del río Segura formaron en su cauce medio. Estamos hablando del Valle de Ricote.




La Historia de este valle, con su primitiva colonización, anda paralela al agua del Segura y a la fertilidad de su vega. Denominado por muchos como "el valle morisco", fue aquí donde se vivió la última parte de la expulsión de los moriscos de España, en 1614; aunque, como ha demostrado el investigador y padre de quien escribe, Luis Lisón, no hay que desdeñar el hecho de que aquellos lograran volver en gran número, iniciando un proceso de mestizaje con la población cristiana.



El Valle bien merece una ruta detenida por sus parajes y pueblos, donde en más de una ocasión tiene el viajero la sensación de encontrarse en otro lejano tiempo. Su valor histórico y paisajístico, el rico ecosistema, la belleza arquitectónica de sus casas típicas y palacios blasonados...







... son suficientes razones para que se haga especial hincapié en su protección. Si bien son comprensibles los deseos de mejora de infraestructuras y de prosperidad económica de sus habitantes, se hace a toda costa necesario evitar una excesiva presión turística que desvirtuaría al valle ricoteño de su esencia y encanto. La construcción de grandes urbanizaciones para albergar a gente foránea, -algo que ya se está empezando a producir- no parece ser el mejor camino. 
 









Todas las imágenes, por supuesto, muestran distintos rincones de la tierra donde nació el sabio Al-Ricotí.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué fotos más bonicas! La puerta azul es de lo más original, ¡madre mía!... Viene bien ver estas cosas antes de pintar una casa... ¡jeje! El ángulo desde el que has tomado la foto en esa iglesia es increible. ¡Parece que estuvieras detrás de algún cristal que le da forma ovalada a la foto! ¿Lo estabas...?

Anónimo dijo...

y lo mejor... la señora va "a juego" con el color de su puerta :-)...

Néstor Lisón dijo...

Efectivamente. Allí estaban las dos amigas tomando el sol. Después de echar la foto hablé un rato con ellas. Y la señora de azul me habló orgullosa de "la casa azul", puesto que pertenecía a su familia.

Anónimo dijo...

En Ulea,justo en la plaza de la Iglesia, hay una casa antigua que aún conserva los herrajes antiguos de la puerta, perfectos. Y la misma puerta de la iglesia de San Bartolomé tien todavía los mismos herrajes del XVIII o anteriores.